El
ser humano ha estado desde hace una serie de miles de años queriendo
diferenciarse del resto de los animales y de la VIDA como si realmente
fuera un ser superior y "elegido" por quién sabe qué fuerzas ya no
naturales sino "sobrenaturales" (en fin, ya sabemos...). El caso es que
ha estado siempre el humano buscando capacidades que le separasen
definitivamente de los demás animales hacia una posición de mayor
alcurnia. El ser humano era "el centro del universo". Así nos va.
René Descartes, en el s.XVII, pensaba que los animales eran meras máquinas de acción-reacción. Según él, los demás animales, los animales no humanos, ni sentían ni padecían ni pensaban. Así nació aquello del "animal racional" (el humano) y el "no racional" (los demás animales); el racionalismo,
que decía que para adquirir "conocimiento" se requería de la razón.
Algo que hoy día todas las especies y, por tanto, nosotros mismos,
seguimos padeciendo.
En
mis tiempos de la escuela primaria y secundaria, me querían hacer creer
algo que no pudieron pues yo ya tenía las ideas muy claras en este
aspecto y era consciente que de matemáticas, física, química,
geografía... seguro que no, pero que, de conducta animal, sabía mucho
más que mis profesores. Pretendían hacerme creer (a los demás sí que se
lo hicieron creer a buen seguro) que los animales no pensaban, eran
seres "irracionales" al contrario que nosotros... y también que el ser
humano era el único que usaba herramientas. Yo ya leía a Lorenz y sabía
que hasta los pinzones de Darwin usan palitos para sacar gusanos de
los árboles. Pero ¿acaso no habían visto al alimoche Gaspar de Félix
Rodríguez de la Fuente? Aunque fuese una conducta genética, usaba
piedras para romper huevos y con el aprendizaje comenzaba a buscar las
piedras más adecuadas.
Este
aspecto, el del uso de las herramientas, fue usado durante mucho
tiempo para diferenciar a humano del resto de los animales. Se decía que el ser humano era el único que usaba herramientas.
Pero, como era evidente que no era así, pues no sólo otros mamíferos
sino aves y otros animales son capaces de usar herramientas, se dijo que el ser humano era el único que tenía capacidad de fabricarse sus útiles.
Ahora
se cumplen 50 años de la llegada de la Dra.Jane Goodall a Tanzania con
la proposición del antropólogo Louis Leakey de estudiar la conducta de
los chimpancés en estado salvaje, algo que nadie había hecho hasta
aquél momento. Los resultados de los estudios de Jane Goodall fueron
tan exitosos que Leakey envió a Dian Fossey a estudiar gorilas a los
montes Virunga y a Birute Galdikas a estudiar orangutanes a Indonesia.
No mucho tiempo después de comenzar sus estudios, la joven Jane observó
algo que la llenó de emoción. Después de una frustrante mañana,
descubre casualmente al chimpancé que bautizó David Greybeard
utilizando ramitas para capturar termitas de un termitero. Días
después, le vio buscando las ramitas adecuadas y preparándolas
quitándoles las hojas. Estaba fabricando su herramienta. Jane se lo dijo
a Leakey que, emocionado, pronunció aquella hoy famosa frase de: "¡Ah! ¡Ahora habrá que redefinir al hombre, redefinir las herramientas o aceptar que los chimpancés son humanos!".
Aquello resultó ser un descubriento revolucionario para la ciencia,
para la etología y también para la teología puesto que desde la Iglesia
les resultaba duro aceptar que el humano no era tan especial ni tan
distinto. Aquél descubrimiento fue lo que la llevó a conseguir poder
continuar su estudio en las selvas de Gombe por tantos años. Y,
saltándose los cánones establecidos por la etología contemporánea,
personificó a cada uno de los chimpancés que estudió. Su
perro Rusty, al que Jane me contó que considera su primer maestro, le
dejó claro que los animales tienen personalidad, emociones y
razonamiento. Muchos quisieron desprestigiarla, pero no pudieron
con ella, puesto que demostró todas sus investigaciones hasta
conseguir llegar a ser la más prestigiosa etóloga mundial especialista
en chimpancés.
Jane fue
descubriendo cómo los chimpancés usaban y modificaban objetos,
preparaban hojas para recoger agua de los huecos de los árboles a modo
de esponjas, usaban yunque y martillo para romper semillas, lanzaban
proyectiles contra otros individuos, etc.
Se defendieron usando la cultura como algo de exclusividad humana. Hoy día, sigue en algunos sectores la caduca concepción antroponcentrista de la cultura, algo que hace tiempo que también
fue desechado pues se han descubierto ya muchos comportamientos no
heredados sino transmitidos por aprendizaje social y mantenidos por
tradición en muchas especies sociales.
Pero eso es otra historia...
El
caso es que hace hoy medio siglo que Jane comenzó una bonita relación
con el que dice que es el "mundo mágico" de los chimpancés en estado
salvaje, en la selva. Aquél tiempo en la selva modeló a la persona que
hoy lucha sin cuartel por el que los jóvenes vivan en un mundo mejor.
"Habría demostrado tener muy poca sensibilidad si el milagro y la infinita fascinación de aquél nuevo mundo no hubieran ejercido una profunda influencia en mi manera de pensar. Cada día me acercaba un poco más a los animales y a la naturaleza y, por lo tanto, también a mí misma, y me sentía más acorde con el poder espiritual que respiraba a mi alrededor. Quienes han experimentado el placer de estar a solas con la naturaleza, no necesitan más palabras (...)".
"Habría demostrado tener muy poca sensibilidad si el milagro y la infinita fascinación de aquél nuevo mundo no hubieran ejercido una profunda influencia en mi manera de pensar. Cada día me acercaba un poco más a los animales y a la naturaleza y, por lo tanto, también a mí misma, y me sentía más acorde con el poder espiritual que respiraba a mi alrededor. Quienes han experimentado el placer de estar a solas con la naturaleza, no necesitan más palabras (...)".
David Nieto Maceín.
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