Actualmente me preocupa enormemente la moda que parece que ha estallado ya alrededor de la tenencia de malinois y border collies. En los años 90, cuando trabajaba en mi primer centro canino, éramos muy pocos los adiestradores profesionales. Nada nos podría haber hecho creer lo que pasa hoy. Cómo han sucedido los acontecimientos, y por qué,lo conocemos bien los que los fuimos viendo desde el comienzo, pero eso sería para otra conversación. Lo que es innegable es que, hoy día, hay más “educadores caninos” que perros. Ya no son sólo los que eran APASIONADOS –no meros aficionados- a los perros desde niños y que los conocían y entendían los que llegan a ser adiestradores; ahora cualquiera que haya tenido un perro y tenga cierto interés “se forma” con pasmosa facilidad para ser un “adiestrador”, o“educador”, o “entrenador”… La desgracia es que hay, hoy día, una enorme falta de formación en muchos aspectos, la formación ya no suele ser meticulosa y es sorprendentemente rápida… es la tendencia a la “formación rápida”, al título fácil… esas cosas de hoy; porque el modo de vida de la gente ha cambiado, las necesidades, las tendencias y las posibilidades. No quería yo entrar ahora en esas pseudo-críticas, pero me he liado. Lo que quería era señalar que muchos aficionados al adiestramiento canino, sin experiencia y sin conocimientos suficientes, se dejan llevar por el ansia y adquieren perros que están fuera de sus posibilidades. Y no es eso lo que me molesta mayormente sino el que las modas caninas terminan por estropear las razas. La moda atacó al dobermann tras unas desafortunadas películas en los años 70 que generaron una absurda leyenda negra. Le salvó la moda del rottweiler y el buen hacer del Club de la raza. El rottweiler -como el malinois o el border collie- sólo era conocido por los “muy cafeteros”, los que éramos unos frikies del adiestramiento. Vinieron pelis que extendieron su fama… y en pocos años ya había rottweilers en cada calle, se descuidó su selección y fue la hecatombe dela raza, desembocando en leyes y una mala y hasta merecida imagen. Después vino la moda de los perros nórdicos. En los 80 eran perros exotiquísimos y rarísimos de ver. En los 90, contra todo pronóstico, llegó a haber tantos huskies, malamutes y samoyedos que había refugios caninos dedicados exclusivamente a ellos. Destrozaron esas razas, su imagen y el interés que despertaban. La moda atacó luego a los pit bulls y staffords, hasta entonces sólo conocidos, en España, por los aficionados. Esa moda continúa… con las consecuencias que conocemos. En algunos países fue anterior y conllevó graves prohibiciones y tremendos problemas. Los labradores y golden retrievers tuvieron su momento y aparecieron muchos perros que no tenían nada que ver con lo que de esas razas se esperaba en su temperamento. Tuve mi primer perro de agua español -entonces siempre conocido como turco andaluz- una perra seleccionada, en 1984. Era una raza muy escasa. En los 90 eran perros de trabajo prodigiosos y de un carácter insuperable y maravilloso. Ahora están de moda, todo el mundo conoce la raza y cada vez más son las personas que te dicen lo mismo: que son perros muy “raros”e inseguros. Ciertamente, es cada vez más complicado encontrar un perro de agua con buen temperamento. Una pena. Yo por mi parte hice mucho trabajo para revertir esa situación antes de que llegase pero… la moda significaba el negocio de la venta de perros de pelo ensortijado… y aquél trabajo se fue por la borda… a ver si es rescatado.
Hoy me llega ese cartel y me ha inspirado este rollo. NO ADQUIERAS UN MALINOIS PORQUE HAS VISTO UNO ADIESTRADO…EN UNA PELI, EN COMPETICIONES… NI UN BORDER COLLIE PORQUE LOS HAS VISTO TRABAJANDO EN OBEDIENCIA…
En la más burda comparativa, es como comprar un Ferrari cuando terminas de sacar el carnet de conducir. Sería como si yo, que no tengo ni pajotera idea, comprase una moto de gran cilindrada… Bueno, con los perros seguramente no signifique un accidente pero sí algunos problemas que finalmente desembocarán en lo que he explicado antes. Esto lo escribo para desahogarme, sólo recibiré críticas y no significará nada, y pronto asistiremos al declive del border collie, con muchos ejemplares“raros”, “inseguros” e “impredecibles” o “desquiciados”, y de malinois sensibles, miedosos y sin temperamento alguno, lo que antes era impensable. Ya lo veréis, aunque espero equivocarme.
David Nieto Maceín
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